Rodrigo Dupouy / El Mercurio
Señor Director:
Tras dos propuestas de nueva Constitución se ha cerrado, al menos por unos años, un proceso que no logró representar los intereses de la ciudadanía. Pasado este periodo, es necesario retomar la senda de los grandes acuerdos para avanzar en crecimiento y desarrollo.
Una de las temáticas en las que se podría hacer esto es el litio. Por un lado está la estrategia del Gobierno que, a pesar de un lento avance, tiene aspectos a rescatar, como el requisito de producir con tecnologías de extracción directa de litio con reinyección de salmuera, lo que permite una producción más sustentable por su menor consumo hídrico y más amigable con los intereses de las comunidades aledañas. Por otro lado, están los proyectos de ley que impulsan diferentes parlamentarios para agilizar el crecimiento de esta industria en Chile. Por sí solos, es poco probable que lleguen a puerto, pero juntos podrían significar un importante avance para Chile en materia económica.
Es tiempo de que los grandes acuerdos políticos guíen al país en esta época de polarización, donde las personas exigen respuestas y desarrollo.
El litio es una gran oportunidad para eso, mezclando factores de la estrategia del Gobierno con los proyectos que hoy están en trámite legislativo. De esta forma, se podrá lograr una industria ágil, de rápida implementación y que utilice tecnologías más eficientes y sustentables.
Es tiempo de pensar en Chile y el litio es uno de los caminos que nos pueden permitir salir del inmovilismo, pero para esto se requiere dos factores clave: voluntad y acuerdos.