MINERÍA. El presidente de Sorcia Minerals para Latinoamérica, Rodrigo Dupouy, sostiene que con la falta de nuevos proyectos y con promedios sobre US$50 mil la tonelada de litio, Chile está perdiendo la oportunidad de recaudar varios puntos del PIB.
Hace unas semanas, SQM informó que en los primeros nueve meses de 2022 obtuvo ingresos por US$7.577 millones, de los cuales US$2.755 millones fueron utilidades netas. Periodo en que además aportó US$3.600 millones a las arcas fiscales, esto, gracias a que los precios promedio del litio alcanzaron niveles record, superando los US$56.000 la tonelada métrica.
Boom, tanto de demanda como de cotización, que Chile no está aprovechando, aseguró el presidente de Sorcia Minerals para Latinoamérica, Rodrigo Dupouy, quien sostiene que si Chile produjese 400 mil toneladas de carbonato de litio equivalente al año, adicionales a las que se producen hoy día en el Salar de Atacama, el país percibiría el equivalente al 2% del PIB entre impuestos y el royalty que se está discutiendo hoy en el Congreso.
“Es una buena cantidad de dinero que el Fisco deja de percibir anualmente”, recalca el ejecutivo, quien advierte que además está en riesgo la condición de Chile como segundo productor mundial de litio, detrás de Australia, pues “en Argentina hay sobre 20 proyectos que han dicho que entrarán en operaciones en 2025, 2026 y a finales de la década”.
Quedaremos rezagados
Algunos de estos proyectos que se anticipan en Argentina, detalló, “van a entrar a producir entre 20 y 40 mil toneladas de carbonato de litio equivalente y si sumas todos esos proyectos, obviamente van a sobrepasar rápidamente a la producción local si Chile no se pone las pilas hoy”.
Este escenario no es nada fácil de revertir, prosiguió, debido a que “en Chile tenemos una legislación, desde el punto de vista medioambiental, bastante exigente y bastante burocrática. Por lo tanto, si se toma la decisión hoy día de liberar la explotación del litio para privados, o una relación público-privada para la explotación del litio, de todas maneras los proyectos se ve difícil que puedan entrar en operación antes de cinco años”.
Sobre este último punto, el ejecutivo de Sorcia Minerals dijo que hoy en Chile existen dos proyectos con permisos medioambientales aprobados: Minera Salar Blanco para producir 15 mil toneladas de litio equivalente anual; y el de Simco (Familia Errázuriz), de 20 mil toneladas, ambos en el Salar de Maricunga, Región de Atacama. “Por lo tanto, si sumamos esas dos explotaciones, Chile de todas maneras estaría bien rezagado con respecto al resto y perdería esa posibilidad, porque no estaría ni cercano a 400 mil toneladas”.
Política nacional
Respecto a las acciones más urgentes que debería implementar Chile para revertir este escenario, Dupouy opinó que una de las medidas debiera ser que el proceso de evaluación y calificación ambiental tuviera más celeridad, “manteniendo y cuidando siempre el medio ambiente, eso es lo más importante y eso es lo que tenemos que cuidar”, pero considera que la aprobación o rechazo de los estudios debiera cumplirse en plazos más acotados.
Asimismo, dijo que Chile necesita “una política nacional del litio, hoy lo único que hay con respecto al litio es un contrato de arrendamiento de Corfo con respecto a sus dos operadores (Albemarle y SQM), porque ellos tienen las pertenencias desde antes de 1979, por lo tanto no tienen el impedimento para operar como privados en el Salar de Atacama”.
Esto implica que toda empresa privada que desee operar en uno de los salares del país necesitaría una autorización del Estado, ya sea un Contrato Especial de Operación del Litio (CEOL) o hacer una alianza público-privada con el Estado para poder explotar litio, pero “no hay ningún tipo de lineamiento en ese sentido hoy en día, no se ha logrado establecer una política nacional para poder aprovechar estos recursos y todo el dinero que se está dejando sobre la mesa por impuestos y el royaly”.