Rodrigo Dupouy – La Tercera
SEÑOR DIRECTOR:
En su cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric dijo que el objetivo del gobierno es convertir a Chile en el principal productor de litio del mundo. Qué bueno sería eso para todos nosotros, pero lamentablemente estamos cada vez más lejos de lograrlo, ya que el tiempo apremia.
Hace unos días, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) proyectó que Argentina superará a nuestro país en la lista de productores del mineral a nivel mundial durante los próximos años. Según informó también Cochilco, en 2031, Chile tendrá tan solo el 14% de la producción global, cuando en 2022 tuvimos el 34%.
Durante su discurso, el Presidente destacó la Estrategia Nacional del Litio. No cabe dudas que las intenciones de aquella estrategia son las correctas, pero hace falta apurar el paso.
Fuera de algunas negociaciones puntuales, nada de la estrategia está cerca de concretarse. No hay lineamientos claros para saber cómo se explotarán los nuevos salares, plazos, objetivos, ni un camino claro en el corto plazo. Argentina tendrá más de 30 proyectos nuevos entrando en línea hacia 2030 pero en Chile, por ahora, solo nos concentramos en los que ya existen.
Si se quiere cumplir el objetivo de ser el mayor productor de litio del mundo, cuatro o cinco años es una eternidad para comenzar nuevos proyectos, y tanto la industria como el gobierno lo saben. Lo único que falta es voluntad para abrir la industria, porque el mejor litio del mundo está en Chile, pero no lo estamos aprovechando.