Rodrigo Dupouy, El Mercurio
Señor Director.
En una nota replicada por este mismo medio hace unos días, The Economist hacía hincapié en la débil gestión de los gobiernos ante la necesidad global de minerales críticos. Lamentablemente, el medio británico puso a Chile como uno de los ejemplos más claros de este problema, debido al escaso avance en la industria del litio.
‘En lugares como Chile, mientras tanto, la obtención de permisos es cada vez más lenta’, escribió el reconocido medio europeo, haciendo referencia al desarrollo de la industria del litio en nuestro país, y enumerando una serie de acciones que podrían ‘garantizar que los proyectos no se retrasen y que el capital no se inmovilice innecesariamente’.
Duele ver que pongan a nuestro país como un mal ejemplo. Teniendo las mejores reservas mundiales de litio, y a casi un año de la presentación de la Estrategia Nacional del Litio, no se han visto avances para el desarrollo de nuevos proyectos en territorio nacional.
Mientras el precio de este mineral cae drásticamente, parecemos quedar indiferentes y conformes solo con lo que hoy se produce en el salar de Atacama, utilizando tecnologías ineficientes y poco sustentables para la extracción. Es vital que podamos avanzar más temprano que tarde, de la mano de tecnologías limpias y eficientes un cuidado ejemplar del medio ambiente y una total consideración con las comunidades aledañas a los salares.