El Gobierno chileno prepara una nueva política nacional del litio que permitirá que el país deje de ser un mero extractor y procesador de mineral bruto.
Una de sus claves será la consolidación de una cadena de valor que incluya manufactura de componentes para baterías de litio, la fabricación de celdas y baterías, sistemas de ensamblaje con control térmico y una fase de integración con los consumidores finales, dijo la ministra de Minería, Marcela Hernando, en un seminario organizado por la comisión senatorial del sector.
El año pasado el negocio del litio demostró ser una notable fuente de ingresos, pues el Estado percibió más de US$5.000 millones derivados de contratos de arrendamientos para explotar litio, impuestos a la renta y el tributo específico de la minería.
El commodity representó el 6,4% de la recaudación estatal total, según un informe del Consejo Autónomo Fiscal, entidad pública independiente de Chile que supervisa y evalúa las políticas fiscales nacionales. (El texto puede descargarse en la caja de documentos en la derecha de la pantalla).
Existe consenso entre los diversos sectores en que se debe actuar rápido y permitir la entrada de nuevos actores, ya que hoy solo las privadas SQM y Albemarle producen litio en el salar de Atacama.
Son varias las empresas extranjeras que quieren ingresar al mercado del litio nacional. Tal es el caso de Sorcia Minerals, proveedor de tecnologías para la extracción directa de litio con sede en Texas que ha validado sus métodos en su planta ubicada en Luisiana.
BNamericas conversó con su presidente para Latinoamérica, Rodrigo Dupouy, para conocer su opinión sobre el debate que gira en torno al litio ad portas del anuncio sobre la nueva institucionalidad para el metal blanco.
BNamericas: ¿Qué opina de un sistema con participación público-privada para impulsar la industria en Chile?
Dupoy: Es el mejor camino que puede tomar Chile en este momento para aprovechar el boom del litio, por lo que estamos felices de que el Ejecutivo tenga esta idea clara. Los privados tenemos la experiencia, conocimiento y tecnologías para producir rápidamente, por lo que somos un actor clave en esto y siempre con el Estado como aliado, para que Chile salga altamente beneficiado de la producción de este mineral.
Es importante destacar que los nuevos proyectos deben hacerse con extracción directa y no con sistemas de evaporación, ya que todo esto tiene que ir por un camino sustentable y sostenible en el tiempo. En Sorcia tenemos la única tecnología en el mundo, ya validada a nivel industrial, de extracción directa con un 90% que además reinyecta hasta el 92% de la salmuera. Estamos listos y abiertos a ser socios del Estado en este nuevo proceso.
BNamericas: Dado que la creación de una empresa nacional del litio tardaría tiempo, ¿cómo se podría impulsar más rápidamente la innovación, tecnologización, valor agregado y surgimiento de nuevos proyectos?
Dupoy: Debemos actuar rápido para aprovechar la oportunidad de los precios actuales del litio. No nos negamos a la creación de una empresa nacional del litio, pero creemos que sería un proceso más lento. Lo más efectivo es que otra empresa estatal se haga cargo de esto, ya sea [la agencia de desarrollo] Corfo, [las estatales] Enami o Codelco u otra. Nosotros creemos que la opción de un cobro sobre las utilidades y/o un royalty específico para cada salar sería un buen y veloz mecanismo para echar a andar la industria.
BNamericas: Sorcia ha tenido planes de ingresar al mercado del litio en Chile hace varios años. ¿Cuáles han sido las principales trabas?
Dupoy: La mayor traba hasta el momento es que se trata de una industria cerrada debido a que en el año 1979 el litio fue declarado mineral estratégico y no concesible. Esto debe cambiar urgentemente para comenzar a producir más litio en Chile. Por eso todos estamos esperando el anuncio del gobierno.
En Sorcia Minerals creemos que los nuevos provectos de litio en chile se deben desarrollar de manera sostenible en el tiempo, y para eso se debe dar paso a las nuevas tecnologías para no seguir evaporando la salmuera y generando desbalances hídricos y medioambientales. En este punto, la extracción directa y la reinyección juegan un papel fundamental.